Sand Land nos pone en una especie de mundo abierto con algunos elementos marcados del género RPG, siempre se nos estará guiando a través de la misión principal del juego para continuar la búsqueda del manantial y algunos conflictos adicionales que irán surgiendo a lo largo de la historia.
Ciudad de México, 5 de mayo SinEmbargo).- Sand Land no es ninguna novedad dentro del universo de los mangas, de la mano de Akira Toriyama, vio la luz por primera vez en el año 2000, dando paso a diferentes formatos de entretenimiento, como una serie de anime, una película y finalmente un videojuego. Apenas hace un par de meses nos enterábamos del fallecimiento del Akira Toriyama, el creador de Sand Land y por supuesto, Dragon Ball, haciendo que el videojuego de Sand Land sea de los últimos proyectos en los que estuvo participando antes de su fallecimiento.
Respecto a la historia de Sand Land, el videojuego sigue el camino de la serie, siendo este no tan diferente a los acontecimientos que hemos visto, nos pone en el papel de Beelzebub, el hijo de Lucifer, como protagonista la misión, para ir en búsqueda del manantial legendario en medio del desierto para acabar con la sequía que existe dentro del reino de Sand Land tanto para humanos y demonios, sin embargo, existirán algunos obstáculos en el camino y es que el rey y su ejército intentará detenernos a toda costa, además de algunos otros peligros con los que nos iremos cruzando en el camino y que, tendremos que ir derrotando para poder seguir nuestra misión en conjunto con Rao, el sheriff que busca la libertad y el bienestar del pueblo y Thief, uno de los demonios más sabios y fiel consejero de nuestro protagonista.
Sand Land nos pone en una especie de mundo abierto con algunos elementos marcados del género RPG, que si bien, nos deja una pequeña opción de exploración a las diferentes partes del desierto que nos adentramos, la realidad es que siempre se nos estará guiando a través de la misión principal del juego para continuar la búsqueda del manantial y algunos conflictos adicionales que irán surgiendo a lo largo de la historia. Aunque también tenemos la opción de hacer pequeñas misiones secundarias para ayudar a los habitantes de Sand Land que nos pedirán encontrar objetos o realizar alguna acción en específico, aunque podremos tomar la decisión de no hacerlo.
La movilidad es una de las características principales del juego y es que nos permite obtener diferentes vehículos y utilizarlos, además como un guiño al manga original, tenemos tanques que puede utilizar nuestro protagonista, además de muchos otros vehículos que le dan una dinámica diferente a la exploración dentro del juego, esos vehículos pueden variar desde tanques, como ya lo mencionamos, motos, robots, coches y muchos más, de hecho tenemos un menú de acceso rápido que nos permite tener seleccionados hasta cinco vehículos que podemos invocar cuando queramos.
La jugabilidad por su lado, específicamente en el combate es divertida, pero al mismo tiempo un poco limitada sobre todo al inicio del juego y es que apenas tendremos un par de ataques para realizar, pero conforme avancemos dentro del juego y adquiramos puntos de experiencia y nuevas habilidad, esto cambiará drásticamente dándole mucha más movilidad y capacidades de ataque a nuestro protagonista e incluso algunas habilidades mucho más poderosas que podrá utilizar por un tiempo limitado. Adicional a esto, a pesar de que no podemos controlar a más personajes en el modo aventura, sí podemos hacerlo en el combate como un modo de asistencia que hará que nos ayuden en el momento que se los indiquemos, por ejemplo el Rao, puede servir como un personaje de apoyo a la hora del combate y Thief, como su nombre lo dice, podrá robar objetos de ciertos enemigos.
Gráficamente, el juego luce ejemplar y es que la combinación de la animación 3D de los personajes con los escenarios en 2D y 3D le da un pequeño toque a estar viviendo el anime de primera mano con una gran mejora en alta defunción. La recreación de los personajes es muy fiel a sus orígenes y los detalles que podemos encontrar en el mapa y las diferentes ubicaciones que podemos ubicar se sienten tan bien trabajadas que es imposible no disfrutarlas visualmente.
Sand Land es la cereza del pastel para lo que la franquicia representa a nivel audiovisual, cerrando un gran ciclo de entregas con un videojuego digno no sólo de la creación de Akira Toriyama, sino también como un gran tributo a su vida.